Pacto por la anhelada normalidad

Enrique Cabero Morán, Presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León

Empieza esta semana con novedades sobresalientes. El inicio del verano ha coincidido con la finalización del estado de alarma y el comienzo de la “nueva normalidad”, es decir, la etapa más avanzada de este tiempo posterior al confinamiento general de la población aprobado para la contención de la pandemia de COVID-19.

Los objetivos pensados para la nueva normalidad, que han de alcanzarse tanto por la sociedad, como por los poderes públicos, son dos principalmente: la convivencia con el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, hasta que se controle médicamente con una vacuna u otros tratamientos y la reactivación económica y social, a fin de superar la crisis lo antes posible. La recuperación del bienestar personal, colectivo y social, en una coyuntura que nos resitúe en la senda del cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (Agenda 2030 de Naciones Unidas) y del Pacto Verde Europeo (European Green Deal), se convierte en la meta que contribuirá a la consecución de la auténtica normalidad.

Las normas promulgadas para definir el marco de la nueva normalidad (Real Decreto-ley 21/2020, de 9 de junio, BOE del 10, y Acuerdo 29/2020, de 19 de junio, de la Junta de Castilla y León, BOCYL del 20) se centran en la difícil gestión de la crisis sanitaria por los gobiernos estatal y autonómico, con la llamada al deber de cautela y protección, de tal manera que “todos los ciudadanos deberán adoptar las medidas necesarias para evitar la generación de riesgos de propagación de la enfermedad COVID-19, así como la propia exposición a dichos riesgos, con arreglo a lo que se establece en este real decreto-ley. Dicho deber de cautela y protección será igualmente exigible a los titulares de cualquier actividad regulada en este real decreto-ley” (artículo 4).

No puede olvidarse que la evitación de rebrotes de esta enfermedad es una exigencia para propiciar la reactivación económica y social, empresarial y del empleo, y proteger la vida y la salud de la ciudadanía, así como para facilitar que el sistema nacional de salud y los centros y grupos de investigación continúen atendiendo sin problemas a todos los pacientes y a las demás enfermedades, que lamentablemente, por supuesto, no han dejado de existir.

La consecución de pactos de amplia base política, económica y social, como se viene insistiendo en estos Cuadernos, constituye el instrumento más adecuado para afrontar con la eficacia esperada la superación de la crisis. Se ha sumado a los primeros acuerdos del diálogo social, suscritos el 25 de marzo por CECALE, CCOO y UGT y la Junta de Castilla y León, uno de naturaleza política: el “Pacto para la recuperación económica, el empleo y la cohesión social en Castilla y León”, firmado el 17 de junio. Consta de seis capítulos (0. Un nuevo tiempo, I. Sanidad con criterios de calidad y equidad, II. Recuperación de la economía y el empleo, III. Protección social, IV. Funcionamiento de los Servicios Públicos, V. Castilla y León en la financiación, en la España Autonómica y en la Unión Europea), con ochenta y seis apartados en los que se establecen las medidas acordadas. Se fijó esta estructura en el encuentro, celebrado el pasado 13 de mayo, del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, líder del grupo parlamentario con mayor número de procuradores.

La firma de un pacto de esta índole, de extraordinaria importancia por su contenido y repercusión social, requiere un notable esfuerzo y denota una generosidad política que, por desgracia, no se prodiga en la actualidad y que, por ello, se hace acreedora de un profundo agradecimiento. Esperemos que cunda el ejemplo en la actividad política a nivel estatal. La voluntad del Gobierno de coalición de nuestra Comunidad, formado por el Partido Popular y Ciudadanos, expresada por su presidente y su vicepresidente, Francisco Igea, y del Grupo Socialista, manifestada por su portavoz, dieron la deseada solidez a este plan. Junto a ellos, rubrican el documento, naturalmente, los portavoces del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, y del de Ciudadanos, David Castaño. El Pacto se robustece aún más con el respaldo de los portavoces de Podemos Castilla y León, Pablo Fernández, y de Por Ávila, Pedro José Pascual.

 Las previsiones del Pacto relativas a la extensión de la participación, mediante la apertura de su desarrollo al diálogo social en sus distintos niveles, así como a las corporaciones locales (municipales y provinciales, amén de la Federación Regional) y demás instituciones públicas (entre las que deberían incluirse las universidades) y a las entidades y organizaciones sociales, culturales, económicas y ciudadanas, en general,  se ven enriquecidas con la idea de constituir una Conferencia de la Sociedad de la Comunidad. En fin, que los buenos augurios se hagan realidad.

Enrique Cabero Morán

Presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León