La inserción laboral: un objetivo estratégico para el ejército profesional

José Rivas Moriana, General Jefe de la Cuarta Subinspección General del Ejército y Comandante Militar de Valladolid y Palencia

Recientemente la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CECALE) y el Ministerio de Defensa han llevado a cabo la firma de un convenio para colaborar y coordinar las acciones que desde el Ministerio se vienen impulsando para la inserción laboral del personal militar que finaliza su compromiso con las Fuerzas Armadas.

Esta inquietud responde a la preocupación que se ha sentido en el Departamento desde que tuvo lugar el cambio de modelo de Fuerzas Armadas hacia un patrón de tropa profesional, ya que el nuevo concepto implicaba que una amplia mayoría tendría una vinculación de carácter temporal, a través del compromiso inicial o del compromiso de larga duración que constituyen los tipos contractuales con los que este personal se integra en los Ejércitos.

Por una parte, la posibilidad de ofrecer un punto de apoyo para la búsqueda de empleo constituía, desde los comienzos del Ejército Profesional, un incentivo para el reclutamiento, pues permitía a nuestros jóvenes satisfacer su inquietud de servir en los ejércitos con la dedicación del que hace de esta actividad su modo de vida, viendo en perspectiva el horizonte de un futuro profesional, de uniforme o en el ámbito civil.

El ingreso en las Fuerzas Armadas, les ofrece una mejora en su formación, la implicación responsable en la preparación de las Unidades, la participación en los retos que supone la disponibilidad permanente al servicio de España, haciendo de la profesionalización una opción atractiva para ser considerada como el primer empleo remunerado de nuestros jóvenes, a los que habría que posibilitar una continuidad en su desarrollo profesional, un perfil laboral.

Por otra parte, la propia idiosincrasia de las Fuerzas Armadas lleva a la Institución a mantener una continua preocupación por sus componentes, que incluye su proyección profesional tanto en el seno de éstas como en ocupaciones de carácter civil. Igualmente constituye un deber con la sociedad a la que servimos el fomentar todas aquellas acciones que contribuyan a la mejora de los niveles de empleo, en el espacio donde se puede influir, a través de actividades de formación y preparación de nuestro personal para la adecuada inserción laboral.

En esta línea se desarrollan los esfuerzos liderados por la Dirección General de Personal del Ministerio de Defensa para desarrollar los planes de apoyo a las salidas profesionales del personal de las Fuerzas Armadas y que en 2018 se materializó con la puesta en marcha el Plan Integral de Orientación Laboral. El Plan contempla acciones dirigidas a la formación y acreditación de capacidades, a la orientación laboral y a la consecución de puestos de trabajo tanto en la administración como en el ámbito empresarial.

El perfil profesional que se ofrece a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas incluye la promoción interna y el acceso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estada través del ingreso en las Academias de Formación correspondientes, y la incorporación al mercado laboral, para lo cual se lleva a cabo una preparación a través de la formación en técnicas de búsqueda de empleo, cursos específicos para alcanzar una capacitación profesional, Formación Profesional y enlace con los órganos generadores de empleo.

Este último aspecto está relacionado con el acercamiento al mundo de la empresa para facilitar el conocimiento mutuo que permita aprovechar las la formación y condiciones de trabajo del personal que ha desarrollado parte de su carrera profesional en los Ejércitos.

Junto a la formación para el desempeño de las misiones propias de las Fuerzas Armadas, el personal militar desarrolla, por las propias condiciones de su trabajo una serie de habilidades transversales que se adaptan a las exigencias que se demandan en la empresa: capacidad de trabajo en equipo, el hábito de asumir responsabilidades en la consecución de objetivos, la cultura del esfuerzo, el sacrificio, la superación, la disciplina, la lealtad y el compromiso, y la disposición para afrontar las tareas en los más diversos y complejos escenarios.

Este potencial, que sin duda representa el personal que cesa en su compromiso profesional con las Fuerzas Armadas, debe seguir ofreciendo rendimiento para sumar valor al activo laboral de nuestra nación.

José Rivas Moriana

General Jefe de la Cuarta Subinspección General del Ejército y Comandante Militar de Valladolid y Palencia